Invitación
La quietud con la cual resulta más fácil escuchar la voz de Dios
- Para el ejercicio de hoy, en busca de la quietud con la cual resulta más fácil escuchar la voz de Dios, toma un tiempo en estar consciente de las sensaciones de diferentes partes de tu cuerpo. No importa si estás sentada(o), acostada(o), o caminando. Primero enfócate en la sensación de tus pies, los zapatos que los rodean o el suelo que ellos pisan.
- Luego sigue hacia la parte superior de tu cuerpo: tus piernas, caderas, torso, brazos y manos, tu rostro y tu cabellera. Deja que la sensación de cada parte te quede registrada, y sólo sigue a la siguiente cuando lo hayas hecho.
Quietud
Deja que tu punto de atención descanse, en un lugar cerca del centro de tí misma(o).
- Cuando hayas llegado a tu cabeza, deja que tu atención vuelva a tus pies, y muévete lentamente, a tu propio ritmo, a lo largo de tu cuerpo, una o dos veces.
- Entonces, cuando estés lista(o), deja que tu punto de atención descanse, en un lugar cerca del centro de tí misma(o).
- Es desde ese centro que tú ya puedes escuchar cómo el Rey Joaquín fué recordado por las siguientes generaciones.
Escritura
2 Reyes 24: 6, 8 – 15
Joaquím se fue a descansar con sus padres, y su hijo Joaquín reinó en lugar de él.
Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Nejustá, hija de Elnatán, y era de Jerusalén.
Él hizo lo que es malo a los ojos del Señor, tal como lo había hecho su padre.
En aquel tiempo, los servidores de Nabucodonosor, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalén, y la ciudad quedó sitiada.
Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a la ciudad mientras sus servidores la sitiaban, y Joaquín, rey de Judá, se rindió al rey de Babilonia junto con su madre, sus servidores, sus príncipes y sus eunucos. El rey de Babilonia los tomó prisioneros en el año octavo de su reinado.
Luego retiró de allí todos los tesoros de la Casa del Señor y los tesoros de la casa del rey, y rompió todos los objetos de oro que Salomón, rey de Judá, había hecho para la Casa del Señor, como lo había anunciado el Señor.
Deportó a todo Jerusalén, a todos los jefes y a todos los militares –diez mil deportados– además de todos los herreros y cerrajeros: sólo quedó la gente humilde del país. Desterró a Joaquín a Babilonia.Reflexionar
Por lo que has escuchado, ¿qué impresión te has formado?
- En el relato de los antepasados de Jesús, Joaquín es el último nombre mencionado por San Mateo, antes que los judíos fueran exiliados a Babilonia, (El Evangelio de Mateo usa otra versión de su nombre: Jeconías). Por lo que has escuchado, ¿qué impresión te has formado de este infortunado Rey?
- Los historiadores atribuyen la caída de Jerusalém aquí relatada, a la expansión del imperio de Babilonia en el territorio de su débil vecino. Según el relator de esta narrativa bíblica, la explicación es más simple. Joaquín “actuó con maldad en los ojos del Señor”, por lo que él y su pueblo fueron castigados. Sin conocer estos antecedentes, ¿a cuál de estas explicaciones le encuentras más sentido?
Hablar con Dios
¿qué significa la idea del exilio en tu vida?
- El tema del exilio ha sido importante para el pueblo judío, hasta el día de hoy, por haber perdido su propia patria, forzados a vivir entre extraños de diferentes lenguas y costumbres. El mismo Jesús tuvo esta experiencia cuando, poco después de nacer, Él y su familia huyeron a Egipto. ¿Tienes idea de cómo se sentían? Puedes usar tu propia experiencia, si lo sufriste, o la de los actuales refugiados que vemos en las noticias.
- Considera además, la situación de los judíos que quedaron atrás, en Israel. La Escritura nos dice que ellos eran “los pobres entre los pobres de esa tierra”. Todos sus líderes, toda la clase educada, incluso el ejército que los protegía, habían sido exiliados. Se quedaron como esclavos de las fuerzas invasoras. Nuevamente, ¿puedes sentir algo de lo que esta gente sufrió, o quizás conoces casos de traficantes de personas en estos días?
- Al llegar a término de este tiempo de oración, podrías desear poder hablar con Dios por unos momentos sobre los exiliados, esclavos, refugiados y los que buscan asilo en estos días. O podrías enfocarte en qué significa la idea del exilio en tu vida. En cualquier caso, debes saber que te encontrarás con un Dios cuyo poder alcanza a todos los que tienen necesidad.