• Invitación

    ¿Qué pensamientos pasan por tu mente?
    • Al comenzar esta sesión del Retiro, quédate totalmente quieta(o). No importa si deseas estar de pie, en un asiento confortable o acostada(o) en el suelo. Sólo elige una posición en la que puedas estar, por unos minutos, al mismo tiempo relajada(o) y alerta. Quédate en silencio por unos minutos, mientras comienzas a relajarte.
    • Ahora toma nota de lo que ocurre en tu interior, en tu mente y tu corazón. ¿Qué pensamientos pasan por tu mente? ¿Qué emociones puedes detectar? Mientras te tomas un momento para estar más inmóvil, ¿qué se acumula en tu consciencia?
  • Quietud

    Toma tu tiempo para observar tranquilamente lo que sucede
    • Mientras te quedas con estos pensamientos y emociones por unos momentos, advierte cómo ellos fluyen y refluyen como un río. Algunos, quizás, parecen más importantes y duraderos. Otros son sólo impresiones fugaces, que van y vienen rápidamente. Por un momento, sólo observa el movimiento de estos pensamientos y emociones, al pasar a través tuyo.
    • Trata de desconectarte de esta emociones aún más. Ya no eres un río arremolinado de pensamientos y emociones; en vez de eso, estás observando el río desde lejos, sólo mirando los pensamientos y emociones. Toma tu tiempo para observar tranquilamente lo que sucede, sin que te involucres en ello. Deja ahora que el río fluya en su cauce. Mientras tanto, desde tu tranquilo lugar del que se ve el río, escucha la lectura del Evangelio de Lucas, que describe un incidente de comienzos de la vida de Juan el Bautista.
  • Escritura

    Lucas 1: 57 – 66

    Cuando le llegó a Isabel su día, dió a luz un hijo, y sus vecinos y parientes se alegraron con ella al enterarse de la misericordia tan grande que el Señor le había mostrado. Al octavo día vinieron para cumplir con el niño el rito de la circuncisión, y querían ponerle por nombre Zacarías, por llamarse así su padre. Pero la madre dijo: «No, se llamará Juan». Los otros dijeron: «Pero si no hay nadie en tu familia que se llame así». Preguntaron por señas al padre cómo quería que lo llamasen. Zacarías pidió una tablilla y escribió: «Su nombre es Juan», por lo que todos se quedaron extrañados. En ese mismo instante se le soltó la lengua y comenzó a alabar a Dios. Un santo temor se apoderó del vecindario, y estos acontecimientos se comentaban en toda la región montañosa de Judea. La gente que lo oía quedaba pensativa y decía: «¿Qué va a ser este niño?» Porque comprendían que la mano del Señor estaba con él.

  • Reflexionar

    ¿Puedes recordar alguna ocasión en que reaccionaste ante el trabajo de Dios con temor y asombro?
    • En esta Sesión del Retiro de Adviento, observamos a tres personas que no están en la lista de Mateo de los antepasados de Jesús. Zacarías, Isabel y Juan no están en la línea directa que hemos trazado desde Abrahám. Ellon son parientes y contemporáneos de Jesús y de su madre María. Isabel había sido considerada estéril, incapaz de dar a luz. Por eso el nacimiento de su hijo es sobretodo la causa de regocijo para ella, sus amigos y vecinos. ¿Puedes tú recordar momentos en que compartiste la felicidad de la llegada de un niño esperado por mucho tiempo?
    • Juan será el que preparará al pueblo judío para que reciba a Jesús. Se nos muestra el poderoso trabajo de Dios, desde el primer momento de su vida. La gente reacciona, se nos dice, con asombro y temor. ¿Puedes recordar alguna ocasión en que reaccionaste ante el trabajo de Dios con temor y asombro?
  • Hablar con Dios

    “Dios le ha dado su Gracia”
    • Los nombres, y el significado de los nombres, son importantes para los redactores de la Biblia. Zacarías insiste en que su hijo se llamará Juan, nombre designado por el ángel que le avisó que pronto sería padre de un hijo. El nombre Juan significa “Dios le ha dado su Gracia”. ¿Puedes tú aplicar esta misma idea, que Dios en verdad te ha dado la Gracia en tu vida? ¿Qué evidencia puedes mostrar para respaldar tamaña noticia?
    • Al final de esta lectura, los presentes se preguntan “¿Qué será de este niño?”. Conocemos el resto de la historia. Él bautizará a muchos, invitándolos a no seguir con sus pecados. Él reconocerá y le dejará su puesto a Jesús, al que reconoce como uno más importante que él. Y enojará a un rey en sus prédicas, y sufrirá la muerte de un mártir en prisión. ¿Qué más te dice la vida y el ejemplo de Juan el Bautista?
    • Habla por un momento con Jesús sobre su primo Juan, y sobre lo que la vida de Juan significa para tí, luego de reflexionar sobre su vida en esta sesión del Retiro.
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