• La Quietud

    Toma unos momentos para sentir lo que sucede en tu ser profundo
    • Comienza esta parte del Retiro quedándote físicamente quieta/o. No importa cómo desees estar: de pié, sentada/o o acostada/o. Sólo elige una posición en la cual puedas estar, por unos minutos, tanto relajada/o como alerta. Y permanence quieta/o por unos minutos.
    • Ahora observa lo que sucede en tu interior, en tu mente y en tu corazón. ¿Qué pensamientos  pasan por tu mente? ¿Qué emociones estás sintiendo? Cuando tomas tu tiempo para estar mas inmóvil, como estás ahora, ¿qué es lo que aparece en tu mente?
    • Mientras te quedas con estas sensaciones y pensamientos, probablemente te darás cuenta cómo llegan y se van, girando como ondas en la corriente de un río. Unas parecen ser más importantes que otras, y se quedan unos minutos. Otras son sólo impresiones fugaces, y desaparecen rápidamente. Por unos momentos, sólo observa el ir y venir de estos pensamientos y emociones.
    • Desde esta perspectiva,  debes estar consciente que estás observando el “río” de estos pensamientos y emociones – tú no eres el río, sino que eres el observador. En ese carácter, podrás observar tranquilamente lo que sucede, sin involucrarte. Así que deja que este “río” siga su cauce, y mientras tanto, desde tu quieto punto de observación, escucha el relato de otra mujer anónima que aparece en la Pasión de Jesús: la esposa de Poncio Pilato.
       
  • Escritura

    Mateo 27:15-19

    En cada Fiesta, el procurador solía conceder al pueblo la libertad de un preso, el que quisieran. Tenían a la sazón un preso famoso, llamado Barrabás. Y cuando ellos estaban reunidos, les dijo Pilato: «¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, el llamado Cristo?», pues sabía que le habían entregado por envidia. Mientras él estaba sentado en el tribunal, le mandó a decir su mujer: «No te metas con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su causa.»

  • Reflexión

    Podemos imaginar qué clase de mujer era la esposa de Pilato
    • Sentenciado por el Sanhedrín por blasfemia, Jesús es llevado frente al gobernador romano, Poncio Pilato. Su autorización es necesaria para ejecutar la sentencia. Al comienzo, Pilato no deseaba aceptar las demandas del Sanhedrín. Mateo nos dice que “sabía que le habían entregado a Jesús por envidia”. Luego recibe un mensaje de su esposa: “No te metas con ese hombre porque es un santo, y anoche tuve un sueño horrible por causa de él” El mensaje es importante, pues parece confirmar sus dudas sobre la culpa que se atribuía a Jesús. Por un momento, colócate en la posición de Pilato. ¿Cómo se siente estar en su lugar?
    • Sólo Mateo menciona a la esposa de Pilato, y le dedica una sola línea que indica su relación con la Pasión. ¿Cómo supo Mateo de ese sueño? Quizás el sirviente que le llevó el mensaje puede haberlo contado a otros, y circuló como un rumor. No lo sabemos. Según la tradición de la Iglesia Ortodoxa de Oriente, su nombre era Claudia Procula, y más tarde llegó a ser una mártir cristiana. Nos seguimos preguntando: ¿qué clase de mujer era la esposa de Pilato?
    • Tiene que haber necesitado mucha valentía para que ella interrumpiera la labor de su marido, enviándole ese mensaje tan urgente. Su sueño había sido muy potente, tan fuerte que ella tuvo que soportar algún tipo de dolor, y sin embargo ella sintió que debía contarlo. ¿Qué clase de sueño sería, que la impulsó a tratar de influenciar la decisión de su marido?
       
  • Habla con Dios

    ¿Te has encontrado en una situación en que te sentiste llamada/o a levantar tu voz frente a una injusticia?
    • Si hubiera recordado el Antiguo Testamento, Mateo habría comprendido el significado de los sueños de los judíos que lo escuchaban. Para Mateo y su audiencia, la esposa de Pilato podría haber sido una mensajera de Dios. A ella se la retrata como de carácter íntegro, determinado, de acción y fortaleza. Ella sabía que se estaba fraguando una injusticia. No estaba pidiendo misericordia. Ella cree inocente a Jesús. Estaba tratando de persuadir a Pilato a que actuara en forma justa, sin importar las consecuencias. Era la única defensora de Jesús. Ella había sido inspirada por Dios para ordenar que se respetara la inocencia; pero los gritos de los poderosos triunfaron, su voz no fue lo suficientemente fuerte para detener a las fuerzas del mal, representadas por aquellos que entregaron a Jesús a Pilato. ¿Te has encontrado en una situación en que sentiste la obligación de hablar frente a una injusticia? ¿Cómo la esposa de Pilato, sufriste ese dolor? ¿Tus palabras no fueron escuchadas? ¿O te quedaste en silencio? ¿Has tenido alguna vez un sueño en el cual te sentiste impulsado a actuar?
    • Podrías terminar esta sesión de oración, recordando a todos los que están en puestos de autoridad y han sido llamados a tomar decisiones difíciles, y a veces, angustiantes. Pide al Señor que les dé la sabiduría que necesitan mientas tratan de aplicar justicia, y ruega que tú también tengas la valentía para alzar tu voz en defensa de los acusados injustamente.
       
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