Quietud
Entrando en el silencio y la milagrosa y vivificante acción de tomar aire hacia dentro y luego enviándola fuera.
Para esta sesión solamente escucha tu respiración; enfócate en sus fluctuaciones. Adentro y afuera, adentro y afuera, sin cambiar el ritmo de ninguna manera, sólo entrando en el silencio y la milagrosa y vivificante acción de tomar aire hacia dentro y luego enviándola fuera. Imagina a nuestro Dios, dador de vida, haciendo exactamente lo mismo, y usa esa imagen para quedarte quieta/o.
Entonces, cuando ya te hayas aquietado, aunque sea por unos momentos, vuélvete hacia Dios y dile: “Aquí estoy; habla, Señor, tu sierva/o escucha”.Invitación
Observa cómo se desarrolla el relato.
Este relato sigue inmediatamente después del que leímos en nuestra última sesión, la de los demoníacos de Gadara. Fíjate cómo se desarrolla.
Escritura
Mateo 9:1-8
Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Éste blasfema. Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados. Dice entonces al paralítico: Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. Entonces él se levantó y se fue a su casa. Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.
Reflexión
Dios está siempre buscando la oportunidad para entregar su misericordia sanadora.
- • Primero, “entró en una barca y pasó al otro lado”; este es un traslado desde un área no judía, a Galilea. Somos invitadas/os a acompañar a Jesús en esta jornada. Jesús viaja en una barca. En los Evangelios suceden cosas importantes en las barcas. ¿Por qué piensas que sucede esto?
• Mateo usa esas palabras, que se repiten en su Evangelio, aunque tristemente los traductores las omiten: “Al ver”. Ésta es la forma que tiene Mateo para que prestemos atención, desde el comienzo del relato de la sanación: “Ellos (Mateo no dice a quién se refiere) le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama. Esas mismas palabras son usadas en el relato del sirviente del centurión y de la suegra de Pedro, y subraya lo profundo de las aflicciones. Imagina el apuro de aquél por el cual ellos están pidiendo misericordia y sanación. ¿Cómo se sentirá esa persona?
• También te darás cuenta que Mateo no muestra en detalle lo que Marcos destaca: cómo las personas que traían al paralítico: “levantaron el techo”. Posiblemente Mateo lo hace para evitar que los lectores lo vayan a hacer en sus casas. ¿Cómo calificarías esta escena?
• Sobre los comentarios sobre las ocasiones en que Jesús “vé su fe”, ellos no dicen que la misericordia de Dios depende de la fe de los que necesitan curación; Dios está siempre buscando la oportunidad para entregar su misericordia sanadora. ¿Ayuda tener fe en la búsqueda de la misericordia? ¿Has buscado esta misericordia para alguien más? ¿Alguien ha buscado esta misericordia para ti?
• Luego, aparece una inesperada frase de Jesús: “Ánimo, hijo”. Instintivamente sabemos que todo resultará bien. Esa palabra “hijo” nos da toda la información que necesitamos, porque la narrativa de Mateo ya nos ha mostrado, en el Sermón de la Montaña, capítulos 5-7, la central enseñanza: debemos dirigirnos a Dios como “Padre”. ¿Puedes imaginar a Jesús susurrando estas palabras en tus oídos: “Ánimo, hijo”? ¿Cómo te harían sentir?
Jesús nos toma por sorpresa otra vez más: esperábamos que dijera “levántate y anda”; pero en vez de eso, dice: “tus pecados quedan perdonados”! Una vez más, Mateo nos invita a poner atención en la frase “Al ver”; que podría invitarnos a preguntarnos, “¿qué va a hacer Jesús?
• Escuchamos sobre “algunos Maestros de la Ley”. Ellos han aparecido de la nada; pero sabemos que traerán problemas. Si eso no fuera suficiente, somos invitadas/os a escuchar sus pensamientos: “¡Qué manera de burlarse de Dios!” Aquí estarían ellos levantando la bandera roja de peligro, porque ésa era una acusación letal, que podría significar la muerte. ¿Por qué están tan enojados los que se oponen a Jesús? ¿Esto podría repetirse en nuestros días?
- • Primero, “entró en una barca y pasó al otro lado”; este es un traslado desde un área no judía, a Galilea. Somos invitadas/os a acompañar a Jesús en esta jornada. Jesús viaja en una barca. En los Evangelios suceden cosas importantes en las barcas. ¿Por qué piensas que sucede esto?
Habla con Dios
Habla con Dios sobre lo que este relato ha significado para tí, y cómo afectará tu vida.
- • La respuesta de Jesús es interesante, pues “conocía sus pensamientos”. Se percibe un control de la situación, sin mayor esfuerzo: la voz de Dios. ¿Has experimentado escuchar esta voz en tu vida?
• Ahora les reprocha (podemos pensar en la actitud del Papa Francisco frente a la rigidez religiosa): “¿Por qué piensan mal?‘’ Podemos reflexionar en que ellos pensaban que eran pensamientos buenos y piadosos. Finalmente, les coloca una trampa: “Qué es más fácil: decir “quedan perdonados tus pecados” o “levántate y anda”? (“Levántate” es una expresión del lenguaje de la Resurrección). ¿Cómo te sentiste al escuchar el lenguaje de la Resurrección en este relato?• No les entrega espacio para que le contesten, y Jesús continúa: “Sepan, pues, que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados”. Lo que muchos en el mundo están buscando, es precisamente el perdón de esa sensación de haber actuado mal y que les impide encontrar la sanación y la misericordia. ¿Qué perdón estás buscando, para poder experimentar la sanación misericordiosa de Dios?
• Jesús continúa, y le dice al paralítico: “Levántate, toma tu camilla y vete a casa”. (Sí, te has dado cuenta que comenzó una frase y no la terminó): “Levántate” (Otra vez la Resurrección), toma tu camilla y vete a casa”. Por supuesto que esto no puede pasar: el hombre es paralítico! ¿Te recuerda esto una situación imposible en tu propia vida?
• El resultado se nos comunica, sin ningún drama: “Y el paralítico se levantó y se fue a su casa” (Aunque no se menciona que se haya llevado su camilla). ¿Por qué piensas que esta sanación es tan poco dramática, como la relata Mateo?
• Ahora observa el resultado, importante para los propósitos de esta Cuaresma, de orar sobre la misericordia sanadora de Dios en Jesús: “La gente, al ver esto, quedó muy impresionada”. No debemos interpretar estas palabras como terror, algo parecido a cuando nos citaban, como estudiantes, a la oficina del rector del colegio, sino como sentir “reverencia” o quizás “asombro”. ¿Has experimentado alguna vez este tipo de miedo? ¿Uno que es más parecido a reverencia o asombro?
• Observa el veredicto final: “”La gente alabó a Dios por haber dado tal poder a los hombres”. El relato nos cuenta cómo la misericordia sanadora de Dios trabaja en Jesús, y el efecto que ella tiene sobre los seres humanos: ellos glorifican a Dios. ¿Este relato te invita a “glorificar a Dios”? ¿En qué forma? Habla a Dios sobre este relato, y sobre lo que éste ha significado para tí, y cómo podría afectar tu vida.
- • La respuesta de Jesús es interesante, pues “conocía sus pensamientos”. Se percibe un control de la situación, sin mayor esfuerzo: la voz de Dios. ¿Has experimentado escuchar esta voz en tu vida?