Quietud
Permite que, en éste momento, tomes conciencia de la íntima presencia de Dios en tí
Permanece quieto algunos momentos y colócate en una posición confortable. Cierra tus ojos e imagina cómo todas tus preocupaciones, distracciones e intereses se desvanecen. A medida que adviertes el silencio dentro de tí, permite que, en éste momento, tomes conciencia de la íntima presencia de Dios en ti; de su Presencia en tu corazón, y en el lugar donde estás orando.
Escritura
Lucas 2:8-20
Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la Gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz y buena voluntad para con los hombres!
Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Vayámos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estos acontecimentos, meditándolas en su corazón.
Y volvieron los pastores, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, cómo los ángeles se lo había anunciado.Reflexión
Permite que nos asombremos frente al increíble amor por nosotros/as, que Dios nos muestra, a través del nacimiento y vida de Jesús.
- Los ángeles, mensajeros celestiales de Dios, dijeron a los pastores algo notable: que encontrarían a un niño recién nacido en un pesebre, que era tanto el Mesías como el Señor, Dios y Salvador. Los pastores abrieron sus corazones a éste misterio de amor, a la noticia de la venida de aquél que salva. ¡Incluso las ovejas también escucharon la noticia! El mundo entero se estremeció de gozo esa noche de Belén. Sin embargo, le tomó al mundo largo tiempo comprender que el nacimiento de Jesús era buena noticia para toda la humanidad. El Evangelio es alegría para el mundo: un mensaje de amor que nos llama a la paz y a la justicia, y a la celebración de lo divino en nuestras vidas. La alegría del Evangelio es la más profunda de las alegrías, porque abarca todas las otras alegrías, de manera que lo divino y lo humano sean uno.
- • Los pastores fueron con fe, no para mirar “boquiabiertos”, sino para oír más intensamente lo que el Señor les había dado a conocer a través de los ángeles. También hay un mensaje del Señor para nosotros cada año. La Navidad es la primera y la principal visita de Cristo a nosotros. Su íntima presencia es nuestro primer regalo de Navidad. A veces, sin embargo, estamos tan ocupados que no vemos esto. Tal vez esta Navidad cada uno/a de nosotros/as podemos hacer un viaje a nuestro propio Belén, un lugar con un significado especial, un tiempo lleno de fe junto a un amigo, un rosario en familia en el hogar, una tranquila meditación. Es, en un Belén como éste, donde podremos conocer el mensaje del Señor para nosotros, en este año.
- • En el Evangelio, María raramente habla. Sin embargo, medita mucho. Ser la madre de Jesús le da una gran causa para reflexionar y maravillarse. Ella medita tanto en tiempos de alegría como de dolor, y siempre en la presencia de Dios, cuya sabiduría es la sabiduría de María. Que en esta Navidad sea también nuestra sabiduría. A menudo nos preguntamos y maravillamos ante el amor de otra persona por nosotros. Permite que nos asombremos frente al increíble amor por nosotros/as, que Dios nos muestra, a través del nacimiento y vida de Jesús.
Habla con Dios
En el silencio se puede oír mucho, tantos ecos en el “sonido del silencio”. Tómate algunos momentos para contemplar la magnitud de éste misterio.
- Por un largo rato, mira al cielo y escucha la voz de los ángeles! La creación es la primera palabra de Dios. Su color y belleza nos recuerdan la belleza de Dios; sus tormentas y huracanes nos recuerdan que no estamos a cargo y que éste el mundo de Dios. Todo está “cargado” con la Gloria de Dios.
- La siguiente palabra de Dios, tan llena de vida y significado, fue la Palabra hecha carne, un hijo de Dios, tal como nosotros. Esta poderosa palabra se comunica a través del silencio de un pequeño niño. Dios se hace humano por nosotros, un recién nacido recostado en un pesebre. En el silencio se puede oír mucho, tantos ecos en el “sonido del silencio”. Tómate algunos momentos para contemplar la magnitud de éste misterio.
- Los pobres pastores no poseían importancia social. La gente no tenía tiempo para ellos. No sabemos lo que los pastores le dijeron a María, pero fuera lo que fuera, ella lo recordó para siempre. Las palabras nos pueden mantener avanzando: una palabra de amor, una palabra de advertencia, una palabra de oración. Recuerda el tiempo cuando la persona amada pronunció tu nombre. ¡Ésta es la Palabra de Dios!