Quietud
Sólo presta atención a la forma como inspiras y espiras, por unos breves momentos.
- Muchas personas encuentran que una buena forma de enfocarse es prestar atención a sus respiraciones. Es importante que no trates de cambiar el ritmo y la forma de tu respiración, Sólo presta atención a la forma como inspiras y espiras, por unos breves momentos.
En hebreo, la palabra “respiración” es la misma que “espíritu”. Por lo que puedes imaginar que recibes al Espíritu de Dios al inspirar, y eliminas a todo lo que se interpone entre ti y Dios, al espirar.Hoy escucharemos un texto del Libro del Éxodo.
- Muchas personas encuentran que una buena forma de enfocarse es prestar atención a sus respiraciones. Es importante que no trates de cambiar el ritmo y la forma de tu respiración, Sólo presta atención a la forma como inspiras y espiras, por unos breves momentos.
Escritura
Exodo 16:1–4, 13–15
Los israelitas se marcharon de Elim y llegaron al desierto de Sin, entre Elim y el Sinaí, el día quince del segundo mes después de la salida de Egipto.
Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto.
Les decían: “¡Ojalá Yavé nos hubiera hecho morir en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan en abundancia. Ustedes, en cambio, nos han traído a este desierto en que todo ese gentío morirá de hambre.”
Pero Yavé dijo a Moisés: “Ahora les hago llover pan del cielo; salga el pueblo y recoja lo que necesita para cada día. Yo lo voy a probar, a ver si guarda mi ley o no...”Y, por la mañana, en torno al campamento, había una capa de rocío. Al evaporarse el rocío, apareció sobre el suelo del desierto una cosa menuda, como granos, parecida a la escarcha. Cuando los israelitas vieron esto, se dijeron unos a otros: «Manha», o sea: «¿Qué es esto?» Pues no sabían lo que era. Y Moisés les dijo: «Este es el pan que Yavé les da para comer.
Reflexión
Cada día Dios proveía lo suficiente para lo que el pueblo necesitaba.
- • Si has seguido éste retiro hasta ahora, el comienzo de este texto de la Escritura puede sonarte conocido. Igual que la Escritura anterior, el pueblo sigue vagando por el desierto. Ellos están molestos, y siguen quejándose ante Moisés. ¿Tu propia relación con Dios ha tenido momentos como éste?
• Sin embargo, en ésta occasion Dios reacciona a las quejas del pueblo, y promete entregarles todo lo que necesiten. Ellos no se morirán de hambre ni de sed, incluso en medio del desierto. Recuerda un momento de tu vida cuando Dios solucionó todas tus necesidades
• Al comienzo, el pueblo encuentra difícil reconocer la escarcha que cubría el campo, cómo el alimento que Dios les había prometido. Por mi parte, yo puedo rezar por algo, y luego no reconocer la forma cómo Dios escoge responder a mi plegaria. ¿Puedes recordar ejemplos cómo éste en tu propia vida?
• Cada día Dios proveía lo suficiente para lo que el pueblo necesitaba. Ellos no pueden acumular esos regalos; pero deben confiar que Dios los proveerá, el día de mañana, con lo que necesiten. ¿Cómo se siente estar dependiendo de Dios en esta forma; tener que confiar que Él continuará entregándote todo lo que necesites?
- • Si has seguido éste retiro hasta ahora, el comienzo de este texto de la Escritura puede sonarte conocido. Igual que la Escritura anterior, el pueblo sigue vagando por el desierto. Ellos están molestos, y siguen quejándose ante Moisés. ¿Tu propia relación con Dios ha tenido momentos como éste?
Habla con Dios
Al acercarnos al final de esta sesión de oración, conversa con Dios sobre tu confianza, o tu desconfianza en Él.
- • Una de las lecciones que aparecen en el texto de la Escritura que conocimos ayer y hoy, es que Dios no se va a cansar, sólo porque reclamamos. ¿Recuerdas algo, en tu propia vida, o en el mundo, sobre lo que desearías reclamar a Dios ahora? Si eso sucede, ¡éste es el momento de hacerlo!
• Por supuesto, si una conversación será real, se necesita escuchar a ambas partes. ¿Cómo contesta Dios a tus reclamos?
• Piensa sobre el alimento que has comido, o comerás hoy día. Ése alimento es un regalo de Dios para tí; Dios dándote lo que necesitas hoy, tal como respondió a las necesidades del pueblo de Israel. Reconociendo esta comida cómo regalo, ¿cómo le vas a responder a Dios?
• ¿Encuentras fácil ser dependiente de Dios en esta forma? ¿Confiar en que Dios te dará nuevamente lo que vas a necesitar mañana? Al acercarnos al final de esta sesión de oración, conversa con Dios sobre tu confianza, o tu desconfianza en Él.
- • Una de las lecciones que aparecen en el texto de la Escritura que conocimos ayer y hoy, es que Dios no se va a cansar, sólo porque reclamamos. ¿Recuerdas algo, en tu propia vida, o en el mundo, sobre lo que desearías reclamar a Dios ahora? Si eso sucede, ¡éste es el momento de hacerlo!