• Introducción

    • La sesión de hoy nos invita a considerar lo que implica ser un amigo de Jesús y recorrer su camino. Es un camino transformador, el que para Jesús fue el que lo guio a la Cruz. Cuando amamos realmente a alguien, deseamos estar a su lado en los tiempos buenos y los tiempos malos. Escuchamos la invitación de Jesús a caminar con Él al Calvario, y luego a su Gloria.

  • Quietud

    • • Comenzamos por exhalar todo lo que nos impide confiar en Jesús y en su amor por nosotros. Exhalamos nuestro temor del dolor, del sufrimiento y de la prueba, de nuestro rechazo a ser sacados de nuestro espacio confortable.
      • Inhalamos todas nuestras esperanzas y nostalgias por misericordia y amor. Por muy frágil que seamos, inhalamos la confianza en nuestro Dios que nos ama y en el poder del Espíritu, que brilla a través de nuestra debilidad.

  • Escritura

    Marcos 1:40-42
     Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: “Si quieres, puedes limpiarme”. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: “Quiero, sé limpio”. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio

  • Reflexión

    • • En La Alegría del Evangelio, el Papa Francisco escribe: El Hijo de Dios, al asumir un cuerpo de carne, nos convoca a una revolución de ternura. Todo lo que Jesús dijo e hizo en esta tierra, estaba dirigido a convencernos lo mucho que somos amados, sin importar nuestros pecados. Ese amor a superado al mundo. Sin embargo, tal como nuestras propias fallas que llevamos en nuestro interior, vivimos en sistemas políticos y sociales que institucionalizan el egoísmo y la injusticia.
      • Ignacio nos invita a estar al lado de Jesús, observándolo en las escenas del Evangelio, y sintiendo en nuestros corazones las reacciones que comparten todos los presentes en esas escenas. Nuestras heridas son tocadas por los leprosos, nuestro temor y dudas en nosotros mismos se encuentran con la mujer con hemorragias
      • Aquí, en el Evangelio de Marcos, entramos en esa escena.

  • Conversación

    • • Nota la conversación entre los dos: “Si quieres, puedes limpiarme”. “Quiero, sé limpio”, Jesús nos dice a todos nosotros. A través de nosotros también lo dice al mundo. ¿Cómo se siente ser sanado, y luego llamado a ser un sanador?
      • En el inicio de su Pasión en el jardín de Getsemaní, Jesús pidió a sus amigos que se quedaran con Él, no sólo en el sentido de quedarse en forma física, sino que en el sentido de que lo apoyaran en su sufrimiento. El miedo y la falta de confianza los llevó a escapar de ahí. ¿Qué deseas decir a Jesús, luego que expresa su amor por ti, al marchar voluntariamente a la Cruz? ¿En qué condiciones estarías dispuesto a acompañarlo?
      • María Ward llegó a comprender cómo sería el hecho de poder liberarse de los apegos desordenados. Lo llama un estado de “libertad especial” de todas las tendencias que se apegan a lo que no es Dios. San Pablo habla de esto en su Carta a los Gálatas, “Por la libertad, Jesús nos ha liberado. Manténgase firmes, y no se entreguen a un yugo de esclavitud” ¿Estás consciente de tu necesidad de ser liberado por Jesús? Habla con Él, mientras terminamos esta sesión de oración.
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