• Introducción

    La oración de hoy nos invita a pedir por el don de la gratitud. Dios no necesita de nuestra alabanza o gratitud, y no los exige como una condición para bendecirnos. La gratitud es un regalo de Dios para nosotros, pues nos ayuda a experimentar en nosotros mismos, la vida de Jesús Resucitado, día tras día.

  • Quietud

    • • Entramos a este tiempo de oración, pidiendo el regalo de la quietud. Escucha todos los sonidos fuera de ti, y gradualmente toma consciencia de tu propia respiración, y el sentir a tu cuerpo relajándose y quedándose quieto.
      • Entrégale a Dios todas las tensiones y ansiedades, durante este tiempo.
  • Escritura

    Juan 15:9-17
    Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
    Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
    Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
    Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
    Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos.
    Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
    Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
    No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, Él os lo dé.
    Esto os mando: Que os améis unos a otros.

  • Reflexión

    • • En los íconos de la Iglesia Ortodoxa de Oriente, que muestran a Jesús descendiendo al infierno, Él se muestra de pie frente a las puertas del infierno, las que Él ha derribado. Desarma una colección de candados, cadenas y llaves, mientras saca a Adán y Eva, de la oscuridad de la muerte a una nueva vida. Las cadenas simbolizan las actitudes tóxicas y propias de la muerte, y formas de pensamientos y conductas con las que nos podemos amarrar. Ellas son mortales para nosotros, y nos convencen que no hay salida de donde están.
      • Puedes observar estos íconos en el sitio web de “Pray As You Go”. O puedes escuchar estas palabras del Evangelio de Juan:
  • Conversación

    • • La salvación no es un ejercicio de auto-ayuda. Sólo el amor y la gracia de Jesús nos puede salvar de nosotros mismos. Jesús es primero un liberador, que llega hasta las tumbas que hemos construido para nosotros, para sacarnos de ahí; pero este es un proceso de toda nuestra vida. Significa aprender a confiar en el amor de Jesús por nosotros. Esto es lo que nos libera de todo lo que nos aprisiona. Sólo entonces podemos verdaderamente vivir nuestras vidas en el servicio de Dios 

      • Ignacio nos dice que la humildad es la llave para conocer la gracia de Dios en nuestras vidas. Experimentamos la gracia como un regalo de Dios, no como algo que nos hemos ganado. El corazón de la humildad es la gratitud. Reconociendo todos nuestros dones y talentos, como regalos de Dios para el mundo, nos ayuda a ofrecer todo lo que tenemos, pues son para el servicio de Dios.

      • Piensa en los dones y talentos que posees. ¿De qué estás más agradecido? 
      • Piensa que ellos te fueron dados para la proclamación del reino predicada por Jesús. ¿Puedes escuchar la invitación de Jesús, para que emplees tu vida para el reino? Quizás llegan a tu mente alabanzas y deseos. Habla con Dios de todo esto, mientras terminamos con esta sesión de la Cuaresma.

Inicio