• Sesión 6: Gólgota / Preparándose para la Oración

    Si has estado siguiendo las distintas sesiones de este retiro hasta ahora, tú has sido guiado a través de varias maneras de tranquilizarte y focalizarte. Habrás tenido la experiencia de tu propia respiración, de notar distintas sensaciones en tu cuerpo, de observar calmadamente la marea y el flujo de tus pensamientos y sentimientos. Al concentrarte en un objeto físico, has sido guiado a la quietud y, al poner atención a los ruidos alrededor tuyo, has podido descubrir un silencio subyacente e interno. Date un tiempo para recordar alguno de estos métodos y ve si puedes recordar uno que aparentemente funcionó bien para ti.
    Si hay una de estas técnicas que hayas considerado útiles, toma unos momentos para seguirla. Si eres nuevo en estas técnicas, hoy podrías preferir simplemente sentarte callado y prepararte a ti mismo para escuchar una selección de pasajes del Evangelio de Mateo. Al seguir la lectura, te invitamos a detenerte y usar nuestra guía de Lectio Divina para ayudarte a meditar más profundamente en las escrituras.

  • Lectura: Mateo 26:26-30; 27:11-14 27:27-31; 27:45-54

    Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

    Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
    Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.

    Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.

    Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía; y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: !!Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.

    Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste. Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. Pero Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.  El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.

     

  • Reflexión

    El relato del sufrimiento y muerte de Jesús, es la narrativa más extensa de cada uno de los Evangelios: En el Domingo de Ramos escuchamos la versión de Mateo, la más larga de las cuatro. Él nos ofrece una revisión del relato de Marcos. Marcos no había ocultado el horror del relato; él mostró a Jesús como silencioso, despreciado y abandonado, hasta el momento de su muerte; luego, a través del rasgado del velo del templo y la confesión del centurión, Dios mostró su causa como un preludio a la resurrección (Marcos 14:1-15; 47)

    El relato de Mateo nos ayuda a comprender mejor el significado de lo sucedido. Jesús anunció al comienzo del drama, “Mi hora se acerca” (Mateo 26:18). En la Última Cena con sus discípulos, Jesús explicó la naturaleza del sacrificio de su muerte: era “para el perdón de los pecados” (26:28). En su arresto en Getsemaní, admitió que “Mi Padre me mandaría más de doce legiones de ángeles” (26:53); el hecho de no resistir el arresto reflejaba lo que Él había enseñado en el Sermón de la Montaña (5:39). Mientras Él moría, sus enemigos se burlaban de Él como “Hijo de Dios” (Sabiduría 2:13); pero sabemos, por el relato de las tentaciones, que Él no emplearía su íntima relación con su Padre en su propio beneficio (Mateo 4:6-7)

    Su divino parentesco fue proclamado el comienzo del Evangelio (2:15; 3:17), y sus discípulos lo reconocieron durante su ministerio (14:33; 16:16).
    El letrero sobre la Cruz: “Jesús, rey de los judíos”, no era un error, pues era un niño rey cuando los sabios de oriente le llevaros regalos (2:2), y Él había entrado en Jerusalén como un rey humilde montado en una burra (21: 5-9; Zacarías 9:9).

  • Talk to God

    • Podría parecer que el Israel antiguo rechazó a Jesús antes que Pilato, tratándolo como un impostor (27:25). Pero Dios había perdonado al Israel pecador en el pasado y haría lo mismo nuevamente (Jeremías 31-34): debemos recordar las palabras de Pablo “porque irrevocablemente son los dones y el llamamiento de Dios” (Romanos 11:29). Si hoy necesitas traer frente a Dios tus pecados pasados o alguno en particular, toma un momento para hacerlo ahora, recordando que tenemos un Padre lleno de gracia y amor …

    • Finalmente, el terremoto y resurrección de los justos que solo Mateo informa junto con la muerte de Jesús, muestra que los puntos de quiebre de las edades, esperadas en el futuro, habían ya llegado (27:51-53). El mundo ha sido creado nuevamente (Gálatas 6:15). ¿Cómo experimentas la “nueva creación” en tu vida diaria? ¿Dónde está Dios creando cosas nuevas ahora? Habla con Dios sobre esto, mientras finaliza nuestro tiempo de oración de hoy …

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