Introducción
Esta crisis del Covid 19 ha subrayado lo mucho que necesitamos de la comunicación social y espiritual. Muchas personas gustan de hablar y relacionarse con otras. De hecho, fuimos creados para comunicarnos: nuestras palabras, gestos, rostros, manos y cuerpos, todos son instrumentos para relacionarnos con otros – piensen cómo un gesto de nuestra mano, o un movimiento de nuestro cuerpo, puede comunicar un mensaje en forma más efectiva que las palabras.
Mas básicamente, fuimos creados para comunicarnos con Dios, nuestro creador y origen. La relación con Dios debería ser fácil, pues es una parte esencial que quienes somos. Sin embargo, puede volverse muy complicado si pensamos que Dios está muy distante, o que no somos inteligentes. Podemos incluso dudar que Dios esté interesado en nosotros. Cuando enfrentamos momentos difíciles como la crisis del coronavirus, parece que Dios nos ha abandonado, y orar puede parecer imposible.Sin embargo, dado que fuimos creados en la imagen de Dios, es posible vivir nuestras vidas cerca de Dios, en una forma personal e íntima. Dios está más cerca de nosotros, que lo que estamos de nosotros mismos, decía San Agustín. Esto es un milagro. Dios está siempre con nosotros, pero a menudo no estamos con Dios. ¿Cómo nos puede suceder algo tan inmediato y esencial? ¿Porqué la gente lo encuentra tan difícil, o lo califica de inútil, o lo abandona? La gente termina pensando que no hay un Dios, o que su Dios está muy lejos y no estará a su lado cuando lo necesiten. Hemos experimentado el sentirnos abandonados, solitarios, u orando intensamente, especialmente en tiempos de crisis.
A veces nos complicamos demasiado, sentimos que tenemos que orar mucho, o que necesitamos muchas cosas (un lugar especial, libros, sabiduría), quizás sospechamos que Dios tiene una mala impresión de nosotros, y que no lo merecemos. Para relacionarte con Dios en la forma que lo harías con un amigo íntimo, parecería ser como tomarse libertades que no corresponden, o acercarnos demasiado. Sin embargo, ¿cómo nos vamos a relacionarnos con Dios, sino en la forma como fuimos diseñados para hacerlo: empleando palabras, gestos, símbolos y nuestros cuerpos?
Piensa lo poderoso que es apelar a Dios con palabras del fondo del corazón, arrodillado/a, o con nuestras manos abiertas, y repitiendo las palabras de una oración como “Señor Jesús, ten piedad de mí, que soy un pecador”.
Lo importante de un Dios “cercano” es que no importa en qué forma rezas, siempre que encuentres una forma de comunicarte; Dios se adelantará y saldrá a tu encuentro. En toda relación de amor, las personas encuentran una forma, a pesar de las dificultades, para comunicarse con palabras, gestos, símbolos, incluso por internet!Piensa en María al pie de la Cruz, sola de pie, sin decir una palabra. A veces solo estar ahí es suficiente. Se trata de encontrar una forma que resulte, cada uno de nosotros es diferente, y cosas distintas nos van a resultar a cada uno. Como dice el Papa Francisco: “cada uno de nosotros tiene a su alcance su propia senda hacia el Señor, pues fuimos creados únicos” (Gaudete et Exultate 11). Alguno de nosotros empleamos la vista, actos, palabras o gestos para comunicar nuestro amor a otros. Nuestra tarea es ensayar diferentes formas de orar, y aprender lo que nos funciona, para que Dios se convierta cada día más en el centro de nuestras vidas.
San Ignacio decía que Dios se entiende directamente con nosotros, y está siempre tratando de alcanzarnos, por lo que nuestra labor es saber reconocer dónde Dios está presente en cada día de nuestras vidas. Incluso en el desorden de las cosas, en la suciedad y la basura de las cosas, en la crisis del Covid 19, Dios está siempre ahí. Eso puede ser inesperado, pero es liberador. Nuestra labor es detectar de dónde Dios nos llama, y aprender a responderle, lo que nos ayudará a transformar las situaciones en que nos podemos encontrar.
No tiene sentido emplear las mismas antiguas oraciones, si Dios espera de nosotros una respuesta creativa y desea poder transformarnos en algo nuevo. Esta es una aventura hacia lo desconocido, donde podemos obtener algunas guías de sabios que han explorado antes que nosotros; pero también es una en que podemos confiar en nuestros instintos y creer que Dios nos está ofreciendo nuevas oportunidades. Haz que tus oraciones sean reales, del fondo de tu corazón y basadas en tu experiencia, y entra en lo desconocido. Dios te está esperando.
Formas de Orar
Como éste no es un retiro sobre métodos de oración, ni cubre áreas importantes como la oración litúrgica, oración devocional, adoración, etc., lo que en realidad busca es presentar una forma de orar en situaciones particularmente difícilies. Se podría llamar la oración de emergencia, que podría servir cuando otros métodos no funcionan. Se basa en el método de San Ignacio y ha sido analizado con la experiencia de los autores. Cada una de las principales meditaciones que siguen, está dividida en cuatro secciones:
1. ORACION PREPARATORIA
La experiencia humana que a menudo es una de alegría y felicidad, puede tambien entregar sufrimiento, abandono y soledad. Éstas experiencias son conocidas de todos; pero cuando te encuentras en medio de ellas, sientes que sólo tú estás ahí. Puede ser fácil olvidar que otros, que han pasado por situaciones similares, han orado y sobrevivido, y que Dios está en el centro de todo esto. Debemos traer todo esto a nuestra oración: emociones, sentimientos, temores, todo nuestro cuerpo. Este primer paso reconoce la realidad de la situación, como la del Covid 19, que puede ser a veces abrumadora y aterradora, y además acepta que Dios está con nosotros, incluso en esta situación.
2. LA FORMA DE ORAR PARA ESTA SITUACION
Esto significa entregar la situación a Dios, reconociendo que ella es a menudo fuera de nuestro alcance, y que necesitamos ayuda. Profesamos una real humildad, la que reconoce nuestra necesidad y es un llamado del fondo de nuestro corazón, a aquél que nos creó. Aquí es donde la comunicación se establece, y como en muchas ocasiones, requiere algunos ajustes para encontrar la mejor forma de expresarnos.
3. TEXTOS RELEVANTES DE LA ESCRITURA
La Escritura está compuesta de relatos de personajes bíblicos que encontraron formas de relacionarse con Dios y encontraron rituales y palabras que conformaron sus oraciones. Incluso Moisés, David y Job nos muestran continuas conversaciones con Dios – las cosas cambian y sus oraciones deben cambiar para seguir a donde Dios los está llevando. Es siempre un desafío; pero que al final merece la pena. Piensen en el camino que estos personajes bíblicos tuvieron que recorrer para estar abiertos a Dios – como siempre, María es el mejor ejemplo. Obviamente, el mismo Jesús tiene un lugar muy especial en esta forma de orar.
4. RELATOS PARA REFLEXIONAR
Cada tema posee un número de preguntas que ayudan a reflexionar al final de un tiempo de oración. Son diseñadas para ayudarte a llegar a lo más profundo de tu ser, a personalizar tu oracion, a reflexionar en lo que significa para tu vida. Se nos sugiere llevar un diario personal, o un notebook, en el cual ir anotando lo que sucede en el retiro, el que es otra forma de reflexionar y de ayuda para procesar, específicamente, lo que Dios te está diciendo
En cierta forma ésta puede ser una jornada hacia lo desconocido, confiando en que el Espíritu trabaje con nosotros, y que seremos guiados hacia la sanación y la paz. Aquí no hay atajos, y podrá ser desafiante y doloroso pasar a través de la experiencia de la Cruz. Acompañar a Cristo es una Aventura, en la cual no estaremos seguros de nuestro destino; pero entregamos toda nuestra confianza a nuestro guía.