La Presencia de Dios
Dios está dentro de mí, regalándome mi existencia.
Deseo quedarme unos momentos
“Soy libre”
Cuando leo estas palabras escritas
Me producen un sentimiento de asombro.
Sí, una maravillosa sensación de libertad.
Gracias, Señor.
En la seguridad que Dios me ama incondicionalmente,
recuerdo honestamente lo hecho en el día anterior, lo sucedido y mis sentimientos.
Tengo algo que agradecer? Doy las gracias...
Hay algo que lamento? Pido perdón...
Llegaron a Cafarnaún y el sábado siguiente entró en la sinagoga a enseñar. La gente se asombraba de su enseñanza porque lo hacía con autoridad, no como los letrados. Precisamente en aquella sinagoga había un hombre poseído por un espíritu inmundo, que gritó: ¿”Qué tienes contra nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: ¡el Consagrado de Dios”! Jesús le increpó: ¡”Calla y sal de él”! El espíritu inmundo sacudió al hombre, dio un fuerte grito y salió de él. Todos se llenaron de estupor y se preguntaban: ¿”Qué significa esto? ¡Una enseñanza nueva, con autoridad. Hasta a los espíritus inmundos les da órdenes y le obedecen”!. Su fama se divulgó rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.
Que sucede en mí, mientras rezo?
Siento consuelo, preocupación, indiferencia?
Imagino a Jesús mismo sentado o de pie, a mi lado,
y comparto estos sentimientos con Él.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo,
Como era en un principio,
es ahora y siempre será,
por los siglos de los siglos
Amén
Si apreciaste esta Oración Diaria, y tienes alguna sugerencia o reflexión, estaremos muy contentos de conocerlas.