La Presencia de Dios
Mi alma anhela tu Presencia, Señor.
Cuando te incorporo en mis pensamientos,
encuentro la paz y el bienestar.
Mi alma anhela tu Presencia, Señor.
Cuando te incorporo en mis pensamientos,
encuentro la paz y el bienestar.
Pediré la ayuda de Dios,
para librarme de mis preocupaciones,
y estar atenta/o a Dios en este tiempo de oración,
para llegar a amarlo y servirlo cada vez más.
Estar consciente de algo es tenerlo presente siempre. Señor Dios, ayúdame a recordar que Tú me diste la vida. Gracias por el regalo de vivir. Enséñame a caminar más lentamente por la vida, a estar quieta/o y disfrutar de los placeres creados para mí. Poder tener presente la belleza que me rodea: la maravilla de las montañas, la tranquilidad de los lagos, la fragilidad del pétalo de una flor. Necesito recordar que todas estas cosas vienen de Tí.
Jesús alzó sus ojos al cielo y dijo: "No ruego sólo por éstos, sino también por todos aquellos que creerán en mí por tu Palabra. Que todos sean uno como tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí. Así alcanzarán la perfección en la unidad, y el mundo conocerá que tú me has enviado y que yo los he amado a ellos como tú me amas a mí."
Que sucede en mí, mientras rezo?
Siento consuelo, preocupación, indiferencia?
Imagino a Jesús mismo sentado o de pie, a mi lado,
y comparto estos sentimientos con Él.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo,
Como era en un principio,
es ahora y siempre será,
por los siglos de los siglos
Amén
Si apreciaste esta Oración Diaria, y tienes alguna sugerencia o reflexión, estaremos muy contentos de conocerlas.