La Presencia de Dios
Dios está dentro de mí, regalándome mi existencia.
Deseo quedarme unos momentos
Señor, me creaste para vivir en libertad.
Que Tu Espíritu Santo me guíe para seguirte libremente.
Instala en mi corazón el deseo
de conocerte y amarte cada día más.
En la Presencia y Amor de Dios, recuerdo paso a paso el día que termina, comenzando por este instante y mirando hacia atrás, momento a momento.
Recojo y guardo todo lo bueno y luminoso, con mi gratitud.
Pongo atención a las sombras y lo que ellas me dicen,
y busco la sanación, la valentía y el perdón.
Pedro miró atras y vió que lo seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había inclinado sobre su pecho y le había preguntado: "Señor, quién es el que te va a entregar?". Al verlo, Pedro preguntó a Jesús: "¿Y qué va a ser de éste?" Jesús le contestó: "Si yo quiero que permanezca hasta mi vuelta, ¿a ti qué te importa? Tú sígueme". Por esta razón corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no iba a morir. Pero Jesús no dijo que no iba a morir, sino simplemente: "Si yo quiero que permanezca hasta mi vuelta, ¿a ti qué te importa?"
Este es el mismo discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito aquí, y nosotros sabemos que dice la verdad. Jesús hizo también otras muchas cosas. Si se escribieran una por una, creo que no habría lugar en el mundo para tantos libros.
Recordando que estoy en la Presencia de Dios,
imagino al mismo Jesús, de pié o sentado a mi lado,
y le digo lo que esté en mi mente, y en mi corazón,
hablando como de un amigo a otro.
Gloria al Padre,
Gloria al Hijo,
Gloria al Espiritu Santo,
como era en el principio,
es ahora, y siempre será,
por los siglos de los siglos
Amen
Si apreciaste esta Oración Diaria, y tienes alguna sugerencia o reflexión, estaremos muy contentos de conocerlas.